Vida pasión y muerte de Jesús I
Habia decidido por fin cumplir con la cita que tenia con “Ashir el Hebreo” Ashir me había invitado a hacer un viaje a través del tiempo que no es tiempo. Viajaríamos a Palestina, esa mágica región llena de historias y de sabiduría, tierra del más grande Rabí que ha existido sobre la tierra, allí conocería a ese fascinante y enigmático Galileo llamado Jesús de Nazaret “El Mesías”.
Ashir, tenía dos enormes camellos listos para el largo viaje que nos esperaba, subí a uno de los camellos con la ayuda de Ashir, mi viejo amigo Hebreo de un solo salto se colocó encima del suyo.
Los camellos se dirigieron a través de las dunas del desierto lo más rápido posible y encontramos la caravana, se habían reunido alrededor de un pozo, los vientos del desierto nos tocaban el rostro como recordándome que había viajado a través de un tiempo que no era tiempo para encontrar la verdad. Ashir el viejo hebreo me decía:
--El silbido del tiempo trae conocimiento, el viento lo sabe todo-
El camellero empezó a dar instrucciones, era un hombre con el rostro duro curtido por el sol, había viajado mucho desde niño, sabia como esquivar las tribus de ladrones y donde localizar los pozos de agua, algunos viajeros decían que podría hablar con el viento.
--Viajaremos por la noche, es un tiempo fresco de primavera pero así evitaremos averiguaciones de las tribus ladronas-, dijo el camellero.
Después de mirar las estrellas para guiarse por ellas, él camellero nos dijo:
--A Palestina tomaremos un camino de varios días-.
El encontrarme con mi viejo amigo Ashir en medio del desierto y camino a Palestina Me hacía sentir excitado, el conocer la vida del Rabí era un deseo a lo largo de mis viajes en el tiempo, así que le lance mi primera pregunta al viejo hebreo.
–Ashir, ¿Cual era la misión que el Rabí traía a la tierra?- Sus ojillos saltaron y se volvieron luminosos, su mano alcanzo su platinada y abundante barba mientras meditaba la respuesta- –El Maestro vino a pregonar el Reino de Dios, El afirmaba mi reino no es de este mundo, al mismo tiempo hablaba de la eternidad, de amor, de...