Una historia de abnegación.
El pasado 8 de marzo en muchos países del mundo se celebro el día Internacional de la mujer, día reconocido oficialmente por la ONU. Es un dia intensamente vivido con discursos, celebraciones, reconocimientos, en fin toda la parafernalia que todas estas fiestas tienen.
A propósito de este día, les voy a relatar una historia que recuerdo haber leído en internet, mas no recuerdo el autor o si esta interesante historia era anónima.
Un buen día un hombre, se quejaba de tener que ir a trabajar todos los días, mientras segun él su esposa permanecía en la casa sin hacer nada.
El hombre le pidió a Dios que por un día le permitiera ser mujer y quedarse en casa, por supuesto Dios le concedió el deseo.
Esa mañana los papeles se invirtieron, ya el hombre convertido en mujer se levanto a las 5 de la mañana, preparó el desayuno para su pareja que se iba a trabajar, no sin antes plancharle una camisa y un pantalón.
Después de despedir a su pareja, empezó a levantar a sus dos niños, los ayudo a bañar y los vistio para el colegio, una vez vestidos y listos, tomó el carro y los llevo al colegio, regreso a eso de las 9 de la mañana donde apenas pudo prepararse su desayuno y comer, con algo tranquilidad.
Después de desayunar, empezó a hacerle un poco de aseo a la casa, no sin antes lavar toda la losa que había quedado sucia de el desayuno de los niños y de su pareja.
Una vez terminado con la tarea del aseo, empezó a preparar el almuerzo de los niños y del esposo, alrededor de la una de la tarde fue a recoger a los niños a la escuela , luego darles de comer, entretenerlos un rato jugando con ellos y finalmente ayudándoles a preparar las tareas que les habían colocado en la escuela.
Cuando se aseguro de que los niños habían terminado sus tareas, los dejo viendo televisión, lavo la loza y se dispuso a preparar la cena para la tarde, a eso de la 6 una vez llego el marido dispuso la cena, organizo la mesa, todos comieron felices, volvieron al televisor y ella se quedo en la cocina terminando de lavar los platos y dejando toda la cocina organizada.
Ya finalizada la tarea se fue a prepara los niños para que durmieran a fin de que se levantaran temprano para el regreso al colegio el día siguiente.
Alrededor de las 9 y agotada, después de haber comenzado una maratonica jornada desde la 5 de la mañana, se dispuso a dormir. En la mañana bien temprano se levanto y le pidió a Dios de manera desesperada que la devolviera nuevamente a ser hombre ya que sintió que era mucho trabajo y estaba agotado, Dios le contesto, ¡Lo siento hijo mío, ya no puedo hacerlo porque anoche quedaste embarazada!.
Demos a la mujer el valor que se merece, entendámoslas y no la consideremos como esclavas, valoremos el trabajo que ellas hacen en la casa y que muchas veces no se ve.