viernes, 30 de enero de 2009

Dos hombres son lapidados en Iran - Noticias -... -



El Islam y el Adulterio.

Dos hombres condenados por adulterio fueron apedreados a muerte en el noroeste de Irán el mes pasado, mientras que un tercer condenado logró escapar a su condena, informó el vocero judicial de Irán. Bajo la ley islámica de Irán, el adulterio puede ser castigado con lapidación, pero estas sentencias son poco comunes. Bajo las leyes islámicas para las lapidaciones, se entierra a los hombres hasta su cintura y a las mujeres hasta la nuca. Después, aquellos que ejecutan el veredicto arrojan piedras al sentenciado hasta que muere. Si la persona logra escapar del agujero en el que lo han enterrado podrá vivir libre.

En Israel desde los tiempos de Moisés existía esta ley y en tiempos de Jesús, Él divino maestro con su evangelio del amor, dio una asombrosa enseñanza cuando escribas y fariseos trataban de probarlo, Vea Juan 8. 1-12). Ellos le dijeron :
"Señor hemos sorprendido a esta mujer en el acto mismo de adulterio , la ley de Moisés nos ordena apedrearla, tu que dices?"

Cuenta la Biblia que Jesús siguió inclinado escribiendo en la arena y como insistía el les declaro:
"--El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella."
El siguió inclinado en la arena, ellos a oír esto fueron saliendo uno por uno si hacer nada mas bien como asombrados, entonces solo quedaron Jesús y la mujer adultera, Jesús se enderezo levanto la vista y le dijo:

" --Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? "

Lo sorprendente es cuando ella le contesto ninguno señor, entonces el le respondió:
"yo tampoco te condeno,vete y no peques mas"


Jesús volvió de nuevo a confrontar a los doctores de la ley en que el problema del hombre no estaba en el cumplimiento estricto de la ley sino iba mas allá de "la justicia de escribas y Fariseos" en el corazón.
El calificar y ser calificados por los demás, es un habito que adquirimos de nuestro pasado, frecuentemente se nos decía "Voy a hacerte una critica constructiva", esto no era mas que un disfraz hipócrita para poder juzgarnos. El juzgar tiene como consecuencia el miedo o el amor incondicional; en vez de prestar atención al implacable juez que juzga, escuchemos nuestro interior que dice "yo te amo incondicionalmente y te acepto tal como eres". Jesús nos acepta tal como somos, tal como acepto a esa mujer, pero solo a través de su amor de conocerlo es cuando nuestra conducta y nuestras actos cambian.
Cuando nos concentrarnos en las cosas positivas de los demás y pasamos por alto sus errores, cuando los aceptamos tal como son sin quererlos cambiar podemos aprender a aceptarnos y a sanarnos nosotros mismos. Todo lo que pensamos, decimos o hacemos se devuelve hacia nosotros como un "Boomerang", si emites juicio de critica de agresión de ira eso se devolvera hacia ti, eso cosecharas, en cambio si das amor también eso cosecharas, ensaya y proponte "pasar un día sin juzgar a nada ni a nadie".
Escribio para ti: Eduardo Villarreal.
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1 comentario:

Hola Bienvenido: Permite que tu voz se escuche, me encantaría poder tener tu comentario Muchisimas gracias.
ed